El homeschooling o bien educación en casa nació en E.U. en los años setenta. Esta tendencia significa ocuparse de forma completa de la educación de los hijos, tanto en los aspectos de enseñanza de conocimientos y habilidades, tanto de aspectos éticos y de valores, sin recurrir para estas tareas a ninguna institución educativa.
A principios de los años noventa, solo cuarenta familias en España habían optado por esta opción alternativa para educar a sus hijos. No obstante, en las últimas 2 décadas este movimiento ha crecido sensiblemente, gracias asimismo en parte a la creación de agrupaciones y asociaciones educativas como la ALE. Este es el primordial referente en España del homeschooling y reúne a familias y también individuos que piensan que la educación en el hogar es una alternativa responsable y conveniente para sus hijos y que procuran lograr en España exactamente la misma legalidad que disfruta este género de enseñanza en otros países como USA, Canadá, Francia…
¿Es legal en España?
En este país no está regulado mas hay sentencias que pueden asistir a crear un marco legal apropiado. En la Constitución de España, en un artículo se menciona que: la enseñanza básica es obligatoria y gratuita. Lo que deja en un limbo legal a quienes proponen la posibilidad de instruir a sus hijos al lado de la escuela, puesto que normalmente se tiende a creer que se trata de una práctica ilegal.Â
Ciertas familias han sido denunciadas frente a los departamentos de bienestar social por no escolarizar en centro educativo a sus hijos. Se consideró, en estos casos, la no escolarización como un rastro de malos tratos o bien abandono. Muy pocas de estas demandas han llegado a los tribunales. La mayor parte de los jueces desechan el caso al revisar que no existe tal abandono de las obligaciones, si no más bien un mayor celo del frecuente. En la mayor parte de los juicios habidos, la sentencia ha sido conveniente a las familias. En el peor caso, se ha «condenado» a los progenitores a escolarizar en centro educativo. Atentaría al los pies en el suelo que se retirase al custodia de los hijos habiéndose comprobado que no existe la supuesta desatención. Tal cosa no ha ocurrido jamás. No obstante, al sentirse tan acosados, ciertos progenitores han renunciado en la pretensión de enseñar a sus hijos en casa en algún instante del duro proceso.Â
Las familias socias en ALE comprenden, como muchas otras que no escolarizan a sus hijos, que la Constitución protege la libertad de las familias a seleccionar la forma que consideren mejor para enseñar a sus hijos. Y asimismo, que hay una falta de regulación o bien legislación a este respecto de la educación en el hogar que complica la obtención de certificados académicos y la ocasional integración de nuestros hijos al sistema de enseñanza presencial, no en función de una falta de capacitación, sino más bien por que no se contempla que puedan existir formas opciones alternativas de adquirirla.
Es una opción para aquellos padres que consideran que la educación en el hogar es de mayor calidad que en una institución educativa, aunque en España creo que todavía faltan varios años para que esta opción sea viable.